Con la llegada del otoño y las últimas lluvias, la Tinença de Benifassà se convierte en un lugar de peregrinación para aquellos amantes de la recolección de setas. El rovellón es la estrella de la temporada, y la ilusión de llenar la cesta con los frutos del bosque se apodera de los boletaires que se aventuran en los bosques de la zona.
Pero la experiencia de la recolección de setas va mucho más allá de llenar la cesta. Es una oportunidad para disfrutar del aire fresco de la montaña, alejarse del mundanal ruido y conectar con la naturaleza en un entorno privilegiado.
La Tinença de Benifassà es especialmente rica en variedades de setas gracias a sus condiciones climáticas, vegetación, suelo y relieve. Morenetes, bitxacs, bolets de bestiar, babosas, camagrocs, apagallums, son solo algunas de las variedades comestibles que se pueden encontrar en los pinares de la zona. Pero es importante recordar que la recolección responsable es esencial para preservar la biodiversidad de la zona.
Por eso, antes de salir en busca de setas, es importante informarse sobre las especies que se pueden recolectar y cuáles no, para evitar dañar el ecosistema. Además, es recomendable llevar una navaja y una cesta para evitar dañar las raíces de los hongos y permitir que la esporas se sigan reproduciendo. Y recordar que algunas zonas son privadas y antes de empezar hay que informarse si la zona tiene fincas privadas o no.
En definitiva, la Tinença de Benifassà es un lugar mágico donde disfrutar de la belleza de la naturaleza y la experiencia única de recolectar setas. Un plan perfecto para los amantes de la montaña y los que buscan desconectar del mundo y conectar con la naturaleza en estado puro. ¡No te lo pierdas!